Las hijas de otros hombres — Richard Stern



Philip Roth dijo que “a su feliz pequeña escala, Las hijas de otros hombres (1973) fue a la década de los sesenta lo que El Gran Gatsby a los años veinte, o Las uvas de la ira a los treinta”. Y no le falta razón. La novela de Richard Stern (1928-2013) es un magistral registro de los tumultuosos años sesenta, en Estados Unidos. Se trata de una de esas obras que tienen la maravillosa capacidad de capturar la esencia de una época. En sus páginas aparecen hippies, agitadores, drogadictos, Hare Krishnas, nudistas y políticos sobre el telón de fondo de aquel choque entre generaciones que produjo un sinfín de excesos.

Las hijas de otros hombres narra el proceso de aniquilación de una familia estable y más o menos convencional, cuando el padre —profesor de Harvard— comete una infidelidad con una alumna. Hasta aquí, todo un clásico y casi un género literario. Sin embargo, no nos imaginemos escabrosidades. Stern disecciona con precisión de entómologo la evolución del profesor y de la alumna, pero sin caer en el exceso y menos aún, en el culebrón. Todo lo contrario. Domina la contención, el rigor y una exquisita ironía, en todo momento.

El profesor Robert Merryweather —el protagonista— es un cuarentón canoso con buena pinta y acento bostoniano. Vive una “resignada” existencia tras veinte años de matrimonio y cuatro hijos, en una casa heredada con jardín y una acacia, en Cambridge, Massachusetts. Pertenece a la élite científíca de Harvard y a las viejas familias de la ciudad, y ha dedicado la mayor parte de su carrera a investigar sobre los mecanismos neurofisiológicos de la sed. 

El día en el que la atractiva Cynthia Ryder —la alumna veinte años más joven que él— se cruza en su camino, comienza su destrucción. Inicialmente se trata de un enganche narcisista, al sentirse objeto de atracción de una mujer mucho más joven que él. Pero progresivamente, la historia se volverá imparable.

La novela tiene una arquitectura magistral. A través de las cuatro partes en las que está dividida, vamos asistiendo al doloroso proceso de desmantelamiento de un matrimonio y a los efectos colaterales en los hijos. La prosa de Stern llama la atención por su precisión y por las numerosas metáforas extraídas de la biología, que salpican el texto con enorme ironía y acierto.

Richard Stern “fue un neoyorkino de pura cepa” y después de enseñar en varias universidades, finalizó su carrera como profesor de literatura inglesa en la Universidad de Harvard. Entre sus amigos estuvieron Samuel Beckett, Ezra Pound, Robert Lowell, Lillian Hellman, Saul Bellow y Jorge Luis Borges. Y sus obras fueron muy bien recibidas por escritores y críticos como Anthony Burgess, Flannery O’Connor, Richard Ellmann, Howard Nemerov y Philip Roth. Concentrado en su trabajo y ajeno a la popularidad y a la ostentación, fue definido por un periodista como “casi famoso por no ser famoso”.

Las hijas de otros hombres es una novela magnífica, equilibrada e inteligente que, paradójicamente, narra la historia de un hombre al que la vida le saca de sus expectativas. Un libro para los que quieran ver, a cualquiera de nosotros, descarrilar en cuatro actos.


Edición: Siruela Nuevos Tiempos, 2019
Páginas: 246
ISBN: 978-84-17624-37-8
Precio: 18,95 €

Comentarios

Entradas populares de este blog

California - Rubén Abella

Iluminada — Mary Karr

Una noche en el paraíso - Lucia Berlin